Sunday

traducción literaria/ Be water, my friend...

Esta filosofía, que se va filtrando últimamente en su Petit Montmartre de Ciudad Neón, no afecta sólo a cosas puntuales; funciona para multitud de aspectos de la vida, y cree que el trabajo no es una excepción. L tiene claro que traducir no es una actividad tan libre y espontánea como la creación literaria, pero aun así considera que es importante la independencia respecto a las restricciones de pretender ser demasiado fiel al original. La conclusión a la que llegó tras revisar varias traducciones es que, en una combinación de lenguas tan alejadas, el apego al original a nivel no ya de párrafo, sino hasta de oración y vocabulario -como a menudo se sugiere- no parece muy compatible con el objetivo de producir textos que tengan sentido literario en la lengua de llegada.
Fluir, soltarse, no necesariamente implica cambiar excesivamente el original..

1 comment:

Anonymous said...

Estoy de acuerdo contigo, si mis poemas se tradujeran a otras lenguas a mi me gustaría que el traductor capatara la escencia del poema y no así un copy paste como si fuese una traducción técnica, el lector agradecerá más una traducción con una buena calidad literaria, más que una fotocopia de cada palabra...