Monday

En las escenas, borrosas, iba paseando de madrugada por Perales, el barrio más multicultural y uno de los focos de la noche neona, intercambiando saludos con desconocidos. No hace falta conocer a alguien para desearle que pase un buen día. Las sonrisas no se agotan por lanzarlas. La amabilidad no la cobran (de momento). Al mediodía, y a la sombra de fríos rascacielos, Lars va mascando estos recuerdos inconexos de hace unas noches. Sopla la idea en su boca y le surge una inquietud en forma de globo: ¿por qué tener esa actitud siempre, también cuando no bebemos?

En cuatro estaciones de intervalo le hablan dos veteranos de los caminos, rematadas de nieve sus cabelleras pero activos y atrevidos como niños curiosos que acuden al encuentro de peregrinos de lejanas tierras. Lars no intenta cambiar a la lengua albora; los locales, muchas veces, se aferran a la lengua de Shakespeare, que estos dos señores manejan bien. ¿Qué estudias? Ciencias del agua ¿De dónde vienes? Próxima estación, Arenasnuevas. De Ponientia. ¡Oh, tierra de balompié! Próxima estación: Agua de Jade. Encantado. Que pase buen día. Hola. Próxima estación: Aguas Curativas. ¿Qué te trae por Alboria? La poesía. ¿Has viajado? El teatro. ¿Dónde vives? La novela. Te bajas en... Casa Consistorial. Encantado. Igualmente.

Cámara en ristre, aterriza en el palacio. Es el segundo día de actos en honor a Noguera. Su rostro es pegadizo, como una canción, como un árbol perenne (상록수).

El campus está exuberante, lleno de flores. Le gustaría mandar ahora un mensaje ahora a Oropéndola.

Como si quisieran poner a prueba su precaria orientación, las faldas académicas de un monte esconden bajo su espesura la salsa cibernética donde le esperan las traducciones.
No hay sitio. Ese rostro le parece conocido. Será, no será...es. Hola, ¿qué tal...? Soy...Sí, me acuerdo. Es la compañera de viaje, natural de tierras surcadas por el Río Elefante. Intercambio de impresiones y rumbo a la próxima estación, el espacio de estudio y té del campus de Flor del Peral.

2 comments:

Anonymous said...

Lui !!!! Que bien escribes!!!! me parecía estar en el metro con esos dos ancianos "milenarios" y su ansiosa curiosidad de ver por tu ventana otro mundo... Oropéndola recibe tus letras como gotitas de recío...

Luizao said...

...las cuales gotas luego vuelve poesía, como en general todo lo que toca ;D