Tuesday

Viaje literario a Gang Nung 강릉 문학 기행





frutos del gingko (similares a aceitunas)
은행 나무의 열매 (올리브와 비슷함)




Saturday

en el templo...

Cuando me estoy quitando las botas para entrar al templo, me sorprenden unas voces infantiles que provienen del interior:

- ¡Uno a uno!

Efectivamente, hay tres niños jugando al fútbol dentro de un templo budista (!!)
También hay un hombre de treinta y tantos años sentado en el suelo y leyendo un libro de una estantería llena de textos clásicos del budismo.

Me hago con un cojín, lo pongo en el suelo y hago unas cuantas prstraciones. Después, en la postura del loto- o lo más parecido que me permite mi cuerpo sedentario- me pongo a meditar.

- ¿Qué, meditando?

Es el hombre de treinta y tantos, que ha dejado el libro atraído por mis posturas, probablemente no muy ortodoxas.


Se sienta junto a mí y me empieza a hablar de estoy y de aquello. Me recomienda una web donde puedo aprender las posturas correctas de meditación y rezo...

- ¡Dos a uno...!

El balón alcanza la parte del templo donde estamos sentados charlando, a escasos metros del altar.

"Buda, majo, te tengo que dejar; nos vemos.", es el final inesperado de mi plegaria.

- Si tienes tiempo, te empiezo a enseñar ahora un poco.

- La verdad es que me tengo que ir, pero como me quedo con tu tarjeta...

- Sí, dame un toque otro día.

Por el camino, la conversación va fluyendo espontáneamente del Dharma y el Shanga al Manchester United-Barcelona, Pak Yisong y Fernando Torres...

Título: "cosas que le pueden pasar a uno en un templo".

;D

Friday

vendedor@s 상자







vendedor de tinajas






vendedoras de verduras junto a la boca del metro














Mucha gente vive de la venta ambulante y de la recogida de cartones




vendedora de ginseng en el metro

Visita al templo de Bongun y acuario Coex * 봉은사와 코엑스 수준관 방문

















tallarines de alforfón 메밀 국수


Los 4 músicos de Bremen 브레멘 음악대

Thursday

Amigo y estrella 친구와 별 (서반아어)

Lo conocí en la tierra oriental de Alboria. Me refiero a que aquí lo he conocido mejor; antes ya lo había visto algunas veces, en otros planetas.

Actualmente está programado para realizar conversiones sintácticas de tarjetas literarias entre distintos lenguajes de programación.
Un día lo encontré replegado en una vuelta del camino y quise saber qué le afligía. Me contó que viene de una estrella que está en pleno proceso de cambio. Al parecer, se da en ella la inercia necesaria para dirigir ese cambio hacia la consecución de una estrella más acorde a la esencia espiritual de sus habitantes. Hasta ahora todo el rato ha habido conflictos, escasez de las sustancias que los pobladores de esa estrella precisan para funcionar correctamente, etc. Según me contó, es debido a la codicia y a que algunos de los habitantes de su estrella viven esclavos de miedos, codicias y actitudes compulsivas, adictivas, como la acumulación de materiales, arrebatándoselos a quienes los necesitan.

Añadió que, a través de un tipo de conexión metafísica especial llamada “meditación”, la cual va más allá de los procesos lógicos normales para los que está programada su especie –“pensamiento”- y de los mecanismos de autodestrucción mediante el apego a elementos físicos –“pasiones”, otros habitantes de esa estrella y él mismo han sido capaces de llegar a una serie de algoritmos que pueden resultar muy útiles para construir una estrella mejor. La estrella ya se ha empezado a mover y necesita dibujantes, escritores, activistas.

Según me contó, él quiere ser uno de estos activistas dedicados a escribir y dibujar nuevos circuitos que ayuden a muchas personas de su especie a ser independiente de las compulsiones y miedos que tanto les han hecho sufrir, emprendiendo el camino hacia la paz de su mundo interior. Su frustración está en el hecho de no poder dedicarse a dicha actividad. Su procesador emite constantemente algoritmos procedentes de la “meditación” que le gustaría desarrollar, traducir a la lengua en que están programados sus congéneres y compartirlos con muchos de éstos pero, debido a una avería, tiene que ingerir todas estas ideas con tubérculos espaciales cocinados en aceite de motor.
Más que una avería, lo definió como un error de programación que, desde su más reluciente infancia, ha afectado a los propios circuitos lógicos y unidades de almacenamiento de información de este amigo, y ha supuesto para él un obstáculo a la hora de superar todo tipo de tareas prácticas. La gestión del tiempo, por ejemplo, le resulta todo un desafío.

Sus compañeros de fabricación, los amigos que comparten sus líneas productivas y otros habitantes de su estrella conectados a él a través de vectores afectivos intentan transmitirle energía y algoritmos de utilidad para la resolución de tareas prácticas mediante procesos de iniciativa basada en ese afecto y en capacidades de proceso muy avanzadas. Sin embargo, dado que tanto los algoritmos como las formas de energía están adaptadas en los mapas cognitivos del emisor, y que los emisores no tienen en sus códigos base el error de programación de mi amigo, no resultan directamente aplicables para éste.

No parece haber en sus coordenadas actuales –ni, al parecer, en otras estrellas donde ha establecido contactos- un congénere que pueda establecer con él una conexión basada en el algoritmo de la complicidad emocional.

Lleva un tiempo tratando su error de programación una experta técnica reprogramadora. Juntos han conseguido resultados espectaculares: poner a funcionar a mi amigo con un algoritmo de “malabares”. Sin embargo, la distancia entre las respectivas lunas que ocupan dentro de su sistema estelar hace que la comunicación entre mi amigo y la experta sea intermitente y, en algunos casos, restringida a programas y lenguajes de codificación que se cruzan con el desempeño práctico de las actividades y rendimiento de mi amigo y su seguimiento técnico por parte de la experta.

Ni sus congéneres afines, ni la literatura existente, ni la experta, parecen contar con un programa de transferencia energética o de parches de programación que resulte efectiva para solucionar el problema concreto de mi amigo, consistente en un error de programación en lo
error concreto de programación de mi amigo. Antes de llegar a esta conclusión, mi amigo pensó un poco qué formato podría tener ese consuelo en caso de existir. Asumamos que se le inserta una tarjeta literaria con una historia de parámetros lo suficientemente equiparables a la suya (incluyendo los dos elementos principales, a saber, el impulso creativo y modificador de estrellas y la dificultad técnica asociada a su error de programación), y en esa historia el protagonista llegó a la conclusión alternativa de que modificar la estrella no era tan importante, o bien de que el obstáculo real que le impedía alcanzar su objetivo no era tanto su error de programación como alguna pauta de funcionamiento erróneamente autoprogramada, por poner los dos ejemplos que se me ocurren ahora mismo. En ese caso podría reemprender su camino. Pero no parece muy probable que exista esa tarjeta literaria...

Mi amigo es conscient de que el intercambio energético metafísico conocido en su estrella como “meditación” supondría una alternativa a la compleja reprogramación de sus circuitos de base. Podría, al menos, ser un complemento de ésta. El problema es que el susodicho error de programación, al afectar a toda programación de tareas por parte de mi amigo, le impide abrir las ventanas y espacios necesarios para la puesta en práctica de ese interambio energético. Hace poco, por ejemplo, tenía programada en su agenda de tareas la visita a una Unidad de Acoplamiento Energético con los Circuitos Internos, ubicada en un paisaje montañoso y relajante pero, cuando su carga energética le permitió ponerse en marcha, ya había pasado media jornada estelar desde las coordenadas temporales en que tenía que desplazarse hasta dicha Unidad.

Uno de sus congéneres, que mantiene con él una asociación de tipo sincronización afectiva y espiritual, ha desarrollado sensores muy precisos respecto a los programas e impulsos creativos que llevan a mi amigo a localizar su fuente de energía en la ayuda a sus congéneres y la reconfiguración de su estrella. Esta coplanetaria tiene como programa prioritario el de ayudar a mi amigo y compartir con él su lista de tareas, asistiéndole con sus herramientas organizativas en la programación de éstas.
Mi amigo necesita que sus tareas, al menos parcialmente, vengan programadas exteriormente.

El error de programación le hace sentir sus palancas y plataformas sujetas mediante códigos de acceso desconocidos...

Lo que más activa en mi amigo el algoritmo de la frustración es que, contando con programas muy eficientes a la hora de invertir el algoritmo del sufrimiento –tanto propio como de muchos congéneres- y convertirlo en códigos de literatura reparadora, la falta de capacidad organizativa le impida llevar a cabo esta tarea. Su unidad central de proceso, por otra parte, no deja de producir nuevos elementos: hoy una idea para programar una tarjeta literaria, mañana un algoritmo para intentar reparar su error de programación, al rato un programa destinado a sincronizar a congéneres que tienen impulsos modificadores de estrellas... Pero ninguno de esos elementos puede integrarlos fácilmente en un circuito. Ello es debido a ... (exacto, una vez más a su error de programación).

Tuesday

Yededong



Todo está cubierto de flores. Cubren los muebles, el parquet, el cuerpo tendido...
Algunos no pueden creer que yazca ahí.
Amanece en Yededong. Pasa un anciano en bici. Lleva un hatillo de cartones.
Sirenas.

- Hola, Lars. ¿Qué has escrito en la gorra? ¿Y en la camiseta?
- ¿Qué tal, Paz? Sí, me he vuelto un graffiti con patas...¿Qué tal Platón y Lao Tze?
- Ahí están. Nos ha quedado pendiente un vino.

Lunes por la noche. Se olvidó de dos amigos el último metro.

- Para un momento. ¿No hueles algo?
- Mmm...¡Flores!
- Yededong está cubierto de árboles. En primavera, el aroma envuelve todo el vecindario.
- No parece que estemos en plena jungla de asfalto...

(...)

- ¿Tomamos algo?

En algún lugar del mundo, los niños juegan mientras sus padres trabajan un cafetal. Podrán seguir jugando si tomamos el café justo.

- ¿Qué tal va tu obra?
- La estoy puliendo. Escribí mucho durante mi último viaje al Barrio de las Letras.

(...)

- Hay algo que quiero hacer este fin de semana. No vendré a Yededong sólo a pasarlo bien...
- Ten cuidado.





Es viernes por la noche. Lars espera en la esquina de siempre. En un club cercano trabajan amigas suyas. La entrada es gratis para las fuerzas de ocupación.

Pasa la patrulla. Con aire autoritario, hacen la ronda. Delante van los blancos, llegados de otro continente. Son siete u ocho. Les siguen, como fieles mascotas, dos soldados locales.
Lars tiene algo para ellos.

- Hermanos, ¿no estáis muy lejos de casa?

Lo miran extrañados. ¿Estará ebrio?

- No tomo alcohol. ¿Quién os ha enviado aquí?

Lo miran más extrañados.

- ¡Documentación! De acuerdo, puedes irte. Pásalo bien y no te metas en líos.

Lars se dirige a su objetivo. Ya no hay vuelta atrás.
El bote está preparado. Lo mantiene vertical en su bolsillo para que no se derrame la mezcla.

Los vigilantes lo miran, desconfiados. Un superior otea desde la ventana.
“¿Por qué lleva capucha?” “Y ese símbolo en su gorra...Hace mucho que no lo veía. ¿Espera, no es el de la Mercedes...?”

- Amigos, ¡sed libres! ¡La enemistad es el enemigo! ¡No hagáis lo que otros quieran!

“¡Incursión...!”

Todo ocurre muy rápido.

Amenaza anulada.

- ¿No estaba armado...?
- Tiene una caja de... confeti, señor.

El joven Kim tiembla. Quiere olvidar sus manos, invadidas de muerte. Intercambia con sus superiores miradas de desconcierto.
Él pensaba que...

Tendido en el suelo, el encapuchado balbucea algo.

- Sed libres...

Son diminutas, parecen pajaritas de papel. La explosión de confeti dejó todo cubierto de estos pequeños copos multicolores. La alfombra, el mobiliario, las cajas de munición... Nada se libra. Son verdes, amarillos, rosas...

Las manos del joven soldado todavía empuñan la guerra. Quiere soltar el cordón umbilical de la y enterrarlo bien hondo.

Amanece en Yededong. Circulan las bicis con hatos de cartones más altos que los minoristas arrugados y madrugadores que conducen.
Los compañeros hacen la ronda.
Sirenas.

Todo está cubierto de flores. Cubren los muebles, el parquet, el cuerpo tendido...
Algunos no pueden creer que yazca ahí.

Es lunes por la noche

- ¿Sabes por qué se llama Yededong?
Ye (脐) es “ombligo”. De (带) es “cordón”.
- Sí, y “dong” debe de ser “barrio”.
- Así es. Antiguamente, el cordón umbilical de los recién nacidos se tiraba a la tierra.
- Imagina que las flores cubrieran todo el vecindario...

Monday

En las escenas, borrosas, iba paseando de madrugada por Perales, el barrio más multicultural y uno de los focos de la noche neona, intercambiando saludos con desconocidos. No hace falta conocer a alguien para desearle que pase un buen día. Las sonrisas no se agotan por lanzarlas. La amabilidad no la cobran (de momento). Al mediodía, y a la sombra de fríos rascacielos, Lars va mascando estos recuerdos inconexos de hace unas noches. Sopla la idea en su boca y le surge una inquietud en forma de globo: ¿por qué tener esa actitud siempre, también cuando no bebemos?

En cuatro estaciones de intervalo le hablan dos veteranos de los caminos, rematadas de nieve sus cabelleras pero activos y atrevidos como niños curiosos que acuden al encuentro de peregrinos de lejanas tierras. Lars no intenta cambiar a la lengua albora; los locales, muchas veces, se aferran a la lengua de Shakespeare, que estos dos señores manejan bien. ¿Qué estudias? Ciencias del agua ¿De dónde vienes? Próxima estación, Arenasnuevas. De Ponientia. ¡Oh, tierra de balompié! Próxima estación: Agua de Jade. Encantado. Que pase buen día. Hola. Próxima estación: Aguas Curativas. ¿Qué te trae por Alboria? La poesía. ¿Has viajado? El teatro. ¿Dónde vives? La novela. Te bajas en... Casa Consistorial. Encantado. Igualmente.

Cámara en ristre, aterriza en el palacio. Es el segundo día de actos en honor a Noguera. Su rostro es pegadizo, como una canción, como un árbol perenne (상록수).

El campus está exuberante, lleno de flores. Le gustaría mandar ahora un mensaje ahora a Oropéndola.

Como si quisieran poner a prueba su precaria orientación, las faldas académicas de un monte esconden bajo su espesura la salsa cibernética donde le esperan las traducciones.
No hay sitio. Ese rostro le parece conocido. Será, no será...es. Hola, ¿qué tal...? Soy...Sí, me acuerdo. Es la compañera de viaje, natural de tierras surcadas por el Río Elefante. Intercambio de impresiones y rumbo a la próxima estación, el espacio de estudio y té del campus de Flor del Peral.

Sunday

traducción literaria/ Be water, my friend...

Esta filosofía, que se va filtrando últimamente en su Petit Montmartre de Ciudad Neón, no afecta sólo a cosas puntuales; funciona para multitud de aspectos de la vida, y cree que el trabajo no es una excepción. L tiene claro que traducir no es una actividad tan libre y espontánea como la creación literaria, pero aun así considera que es importante la independencia respecto a las restricciones de pretender ser demasiado fiel al original. La conclusión a la que llegó tras revisar varias traducciones es que, en una combinación de lenguas tan alejadas, el apego al original a nivel no ya de párrafo, sino hasta de oración y vocabulario -como a menudo se sugiere- no parece muy compatible con el objetivo de producir textos que tengan sentido literario en la lengua de llegada.
Fluir, soltarse, no necesariamente implica cambiar excesivamente el original..

Mensajes de Paz en Iteuon * 이태원에서의 평화 메시지

A ver si hay suerte y no me cierran el blog por esto... ;D


Tuesday

La aldea del poeta (시인의 마을), de Yong Te Chun (

Hermosa canción de Yong Te Chun
정태춘의 아름다운 노래


http://www.youtube.com/watch?v=UprsWUQqais

매화 타령 El tariong del ume

imposible más coreano que esto:



Dedicado a la flor del ume

Monday

noticias 소식...

Ya soy cinturón negro de karaoke...

Cada vez tiene más interés en las artes marciales. Está pensando probar el Sunmudo...
La influencia de Bruce Lee y de la filosofía se filtra cada vez más en la sucursal coreana del Petit Montmartre...

Sunday

campus Ide (universidad del Peral, 배나무 대학교 梨大), 연세, 신촌






채식 음삭 (콩까스)
愛家에서
Comida vegana (filete de pasta de habas)
La Choza del Amor

Vegan food (soy bean paste donkatsu)
Loving Hut

신촌 新村 Pueblonuevo

campus uni Ionse
연세대
ocarina> The Tellakutans from David Schwartz medley (Northern Exposure/Doctor en Alaska ost)